sábado, 8 de mayo de 2010

DESEMPLEO, DESAMPARO Y CRISIS SOCIAL

Un creciente número de economistas afirma que el desempleo en Estados Unidos se sitúa en 15%, o sea media vez más que las cifras oficiales que no toman en cuenta la “deserción” del mercado laboral de millones de personas incapaces de encontrar un empleo después de meses o años de búsqueda.
Según un estudio, los niveles de desempleo y subempleo en EU son tan altos que se acercan a los padecidos durante la Gran Depresión de 1930.
El verdadero rostro de la crisis laboral en Estados Unidos figura en un estudio del Centro de Estudios del Mercado Laboral (CLMS) de la Northeastern University de Boston, de febrero pasado, donde se analiza el desempleo y el subempleo durante el último trimestre de 2009.
La fuerza laboral estadunidense evaluada en casi 159 millones de personas fue dividida en diez niveles que corresponden a los ingresos de la familia, y quienes están en la base de la pirámide soportan una tasa de desempleo de 30.8% y un subempleo de 20.7% –o sea que más de 50% de esa fuerza laboral está cesante o subempleada–, niveles solo comparables a los padecidos durante la Gran Depresión de 1930, según el citado estudio.
Pero el tope de esta pirámide, el primer décimo compuesto por poco más de 11 millones de personas de las familias con ingresos superiores a 138 mil dólares anuales, solo tienen una tasa de desempleo de 3.2%, y una tasa de subempleo de 1.6 por ciento.
Las cifras restantes (ver recuadro) muestran que el desempleo y el subempleo afecta no solo a los más pobres –lo que explica la caída en las remesas enviadas a México y los países del Caribe y Centroamérica–, sino a todos los sectores de esa “clase media” que va camino de desaparecer.
Un creciente número de economistas afirma que el desempleo en Estados Unidos se sitúa en 15%, o sea media vez más que las cifras oficiales que no toman en cuenta la “deserción” del mercado laboral de millones de personas incapaces de encontrar un empleo después de meses o años de búsqueda.
Y esta situación del desempleo, subempleo y baja de ingresos es similar en los países europeos, desde España y Grecia hasta Francia, donde los periódicos hablan de “la degradación de la moral de las familias” (Les Echos).
Incertidumbre
Las cifras explican el creciente sentimiento de desamparo en la población que para vivir depende de un trabajo, cada vez menos seguro y más precario por la tendencia de las empresas a “deslocalizar” su producción, y un salario que tiende a bajar por el “arbitraje” del mercado laboral global, como subraya Paul Craig Roberts, ex subsecretario del Tesoro de EU bajo la administración de Ronald Reagan– al comentar un estudio de Ron y Ail Hira (Outsourcing América).
Esta situación se agrava por la incapacidad de los gobiernos en tomar medidas para frenar la sangría de empleos y poner término a la actividad del sistema financiero, que apenas rescatado del derrumbe con los dineros de los contribuyentes volvió a las prácticas predatorias, como recalca la analista Yves Smith en su portal “Naked Capitalism”.
En lo político este desamparo social explica en EU el nacimiento de tendencias conservadoras populistas con políticas “antigobierno” como el Tea Party. Y también la expansión del sentimiento de que hay que expulsar a los “ladrones de trabajos y beneficiarios de la asistencia social”, los indocumentados. O sea los africanos en Italia, los magrebinos en Francia o los latinos en la Unión Americana, como lo demuestra la segregacionista ley antiinmigrantes recién aprobada en el estado de Arizona.
Estos sentimientos están manifestándose también en las elecciones, con el aumento del voto para el Frente Nacional en Francia, la Liga del Norte en Italia, los neonazis en Hungría, y también s.
Grecia, donde ya se está en una crisis social y política abierta, es hoy el epicentro de la nueva etapa de la crisis financiera. Librada casi a su suerte, está siendo también un laboratorio de las medidas de austeridad que, coinciden analistas y expertos, serán aplicadas en la mayor parte del mundo occidental que padece insolubles problemas de deuda pública agravada o causada por el salvamento del especulativo sistema financiero, tras el crack de octubre de 2008.
Fuente: Milenio

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