Susana González G. / Periódico La Jornada
Con un promedio anual de 300 mil trabajadores mexicanos expulsados hacia Estados Unidos en los 16 años que tiene en vigor, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) generó un récord migratorio sólo comparable a los provocados por una guerra o una revolución, aseguró Cuauhtémoc Calderón, investigador de El Colegio de la Frontera Norte (Colef).
Tal cifra de migrantes demuestra que el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá no generó el crecimiento y desarrollo económicos pronosticados por las autoridades mexicanas, aseveró el especialista, entrevistado al concluir este viernes el seminario Perspectivas del TLCAN, inversión extranjera y flujos migratorios, en la Casa Colef de la ciudad de México.
Desde que el tratado comercial entró en vigor en 1994 y hasta 1999 la industria maquiladora de los estados fronterizos todavía tuvo capacidad para contener y emplear a los trabajadores provenientes del resto del país que pretendían cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
Sin embargo, “el punto de quiebre” se dio al comenzar esta década, cuando el PAN comenzó a gobernar el país, a la par del declive del sector maquilador. El flujo de migrantes llegó a medio millón por año y crecieron las remesas.
Con un promedio anual de 300 mil trabajadores mexicanos expulsados hacia Estados Unidos en los 16 años que tiene en vigor, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) generó un récord migratorio sólo comparable a los provocados por una guerra o una revolución, aseguró Cuauhtémoc Calderón, investigador de El Colegio de la Frontera Norte (Colef).
Tal cifra de migrantes demuestra que el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá no generó el crecimiento y desarrollo económicos pronosticados por las autoridades mexicanas, aseveró el especialista, entrevistado al concluir este viernes el seminario Perspectivas del TLCAN, inversión extranjera y flujos migratorios, en la Casa Colef de la ciudad de México.
Desde que el tratado comercial entró en vigor en 1994 y hasta 1999 la industria maquiladora de los estados fronterizos todavía tuvo capacidad para contener y emplear a los trabajadores provenientes del resto del país que pretendían cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
Sin embargo, “el punto de quiebre” se dio al comenzar esta década, cuando el PAN comenzó a gobernar el país, a la par del declive del sector maquilador. El flujo de migrantes llegó a medio millón por año y crecieron las remesas.
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