jueves, 10 de marzo de 2011

CORONA EL PESO UN CICLO DE APRECIACIÓN DE DOS AÑOS, ROMPE PISO DE $12.00

Por Esteban Rojas H /El Financiero
La fortaleza del peso volvió a colocarse en primer plano tras cumplirse el aniversario de uno de los ciclos más largos de apreciación frente al dólar. A pesar de que el balance es positivo, seguramente generará opiniones encontradas, no solamente en cuanto a si las condiciones son todavía propicias para extender la recuperación de la moneda, sino también en relación con sus efectos sobre el crecimiento y la inflación en nuestro país, entre otros.
El 9 marzo del presente año se cumplieron exactamente dos años de un proceso de recuperación del peso, en donde ha acumulado un avance de 22.96 por ciento. Dicho movimiento, implicó pasar de 15.49 pesos por dólar, en marzo de 2009, a 11.933 unidades, al cierre de ayer.
Cabe destacar que el ciclo de recuperación del peso fue antecedido por una fuerte devaluación de 56.87 por ciento inducida por la crisis económica mundial de finales de 2008, cuyo epicentro se ubicó en Estados Unidos, el principal socio comercial de nuestro país.
No obstante, el nivel alcanzado por el tipo de cambio ha empezado a generar preocupaciones en algunos sectores que han, incluso, planteado la posibilidad de una intervención de la autoridad en el mercado cambiario, como ya está sucediendo en algunas naciones emergentes, particularmente en Sudamérica y Asia.
En los últimos dos años, la apreciación del peso ha estado solamente por debajo de la observada por las monedas de Brasil (30.6 por ciento) y la de Colombia (26.3). En tanto que su comportamiento ha sido muy similar al experimentado por el peso chileno (21.74 por ciento).
Determinar un tipo de cambio no debe ni puede ser una tarea de tipo administrativo, pero tampoco se puede dejar totalmente al libre juego de las fuerzas del mercado, sobre todo ante la existencia de factores distorsionadores, como en un momento pueden ser los flujos de capital provenientes del exterior.
En términos reales, es decir, considerando el diferencial entre las inflaciones de México y Estados Unidos que, en dos años, acumuló una cifra en contra de nuestro país de aproximadamente 12.35 por ciento, implicaría que la mejor cotización nominal del peso --previo al estallamiento de la crisis económica del finales de 2008-- de 9.8745 por dólar significaría un tipo de cambio actualizado o real de 11.09 por ciento.
Los 11.09 pesos por dólar, comparados con el cierre de ayer de 11.933 unidades, arrojan una subvaluación del peso del 7.0 por ciento. Esta situación todavía da algo de margen de maniobra para un avance del peso, aunque cada vez más acotado, dado que se comparó con su mejor nivel previo a la crisis.
Sin embargo, también habría que estar atentos a que --en caso de darse cotizaciones por debajo de 11.80 pesos por dólar, que sería su siguiente objetivo desde el punto de vista del análisis técnico-- no se afecte la competitividad del sector exportador. De ser así, no habría que descartar medidas adicionales para regular el avance del peso, sin que ello entrañe el abandono de la libre flotación.

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