Edgar Huérfano / El Economista
Es necesario retomar el debate de la extranjerización de la banca mexicana, así como la recomposición que se dio a raíz de la crisis financiera de 1995, ya que esto permitirá comprender el camino que debe tomar el sistema financiero en su conjunto en el futuro, consideró Enrique Cárdenas, director general del Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY).
“Debemos desmitificar estos temas y despolitizarlos, ya que la gente tiene el derecho de entender cuáles fueron las consecuencias reales de la crisis financiera de 1995 y si es o no positivo el que la banca esté en su mayoría en manos de capital extranjero”, aseguró el directivo.
El tema de la extranjerización de la banca en México es un asunto que no agrada a las instituciones de crédito de capital extranjero, donde varios directivos comentaron que no son extranjeros, debido a que los bancos que ellos dirigen, se rigen y se conducen en un mercado mexicano y con leyes mexicanas.
No obstante, el CEEY lanzó la convocatoria para su premio anual del 2012, con el tema “Transformación del sistema bancario mexicano, a raíz de la crisis financiera de los 90 y la venta a capital extranjero”.
De los siete bancos más grandes en México, cinco son propiedad de corporativos extranjeros (BBVA Bancomer, Banamex, Santander, HSBC y Scotiabank) y sólo Banorte e Inbursa se mantienen en manos de mexicanos.
Sin embargo, estos cinco bancos extranjeros representan 78% de los activos del sector bancario, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en diciembre del 2010.
Para Julio Serrano, investigador del CEEY, el objetivo del tema y de la premiación no es dejar como sólo un anecdotario las investigaciones, sino por el contrario el formular cuestionamientos basados en hechos, datos y cifras que permitan dilucidar las consecuencias y los probables responsables de la crisis de 1995 y de la extranjerización de la banca.
Con el anuncio de la fusión de los dos grupos financieros mexicanos Banorte e Ixe, se abrió un debate sobre si la banca en México debe estar en manos en su mayoría de los extranjeros, siendo este punto uno de los argumentos de las dos entidades para fusionarse.
El tema trascendió hasta la elección del nuevo Presidente de la Asociación de Bancos de México, donde dos grupos se conformaron, unos en favor de que el nuevo representante de la banca mexicana fuera un banco de capital nacional, siendo su candidato Jaime Ruiz Sacristán, director del Banco Ve por Más, y apoyado por Banorte e Inbursa.
Es necesario retomar el debate de la extranjerización de la banca mexicana, así como la recomposición que se dio a raíz de la crisis financiera de 1995, ya que esto permitirá comprender el camino que debe tomar el sistema financiero en su conjunto en el futuro, consideró Enrique Cárdenas, director general del Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY).
“Debemos desmitificar estos temas y despolitizarlos, ya que la gente tiene el derecho de entender cuáles fueron las consecuencias reales de la crisis financiera de 1995 y si es o no positivo el que la banca esté en su mayoría en manos de capital extranjero”, aseguró el directivo.
El tema de la extranjerización de la banca en México es un asunto que no agrada a las instituciones de crédito de capital extranjero, donde varios directivos comentaron que no son extranjeros, debido a que los bancos que ellos dirigen, se rigen y se conducen en un mercado mexicano y con leyes mexicanas.
No obstante, el CEEY lanzó la convocatoria para su premio anual del 2012, con el tema “Transformación del sistema bancario mexicano, a raíz de la crisis financiera de los 90 y la venta a capital extranjero”.
De los siete bancos más grandes en México, cinco son propiedad de corporativos extranjeros (BBVA Bancomer, Banamex, Santander, HSBC y Scotiabank) y sólo Banorte e Inbursa se mantienen en manos de mexicanos.
Sin embargo, estos cinco bancos extranjeros representan 78% de los activos del sector bancario, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en diciembre del 2010.
Para Julio Serrano, investigador del CEEY, el objetivo del tema y de la premiación no es dejar como sólo un anecdotario las investigaciones, sino por el contrario el formular cuestionamientos basados en hechos, datos y cifras que permitan dilucidar las consecuencias y los probables responsables de la crisis de 1995 y de la extranjerización de la banca.
Con el anuncio de la fusión de los dos grupos financieros mexicanos Banorte e Ixe, se abrió un debate sobre si la banca en México debe estar en manos en su mayoría de los extranjeros, siendo este punto uno de los argumentos de las dos entidades para fusionarse.
El tema trascendió hasta la elección del nuevo Presidente de la Asociación de Bancos de México, donde dos grupos se conformaron, unos en favor de que el nuevo representante de la banca mexicana fuera un banco de capital nacional, siendo su candidato Jaime Ruiz Sacristán, director del Banco Ve por Más, y apoyado por Banorte e Inbursa.
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