lunes, 7 de marzo de 2011

ESPECULADORES IMPUNES

Es verdad que hay una crisis mundial de producción de granos y es cierto también que la demanda de maíz ha aumentado, sobre todo desde que se le usa para elaborar combustibles, pero nada de eso tiene que elevar el precio de la tortilla, aseguran representantes de nixtamaleros y tortilleros de todo el país. Las alzas, dicen, las provocan especuladores que ocultan el producto en sus bodegas...
JUAN CARLOS CRUZ / PROCESO
En México son las grandes empresas comercializadoras las que dominan la cadena productiva del maíz y la tortilla y el gobierno parece incapaz de controlarlas. El resultado es que esas compañías venden muy caro a los nixtamaleros y al final esto afecta a los consumidores.
El origen aparente del problema está en los fenómenos naturales: como hace dos años, hay otra crisis mundial de granos debido a la escasez provocada por las heladas en Sinaloa; las sequías en Brasil, Argentina y Rusia, y las inundaciones en Australia.
En cuanto al maíz, su demanda global creció por el aprovechamiento del grano para la producción de etanol combustible y por el aumento del consumo en India y China, países que tuvieron una notable expansión demográfica en los últimos años.
Según el Banco Mundial el precio del maíz tuvo el índice más alto de los últimos 5 años. De junio a diciembre de 2010 subió 63.9%, cifra superior a la de la crisis de 2008 cuando el alza fue de 49.3% en el primer semestre.
La actual crisis dejó a México en una situación vulnerable para la cadena maíz-tortilla: sólo en un par de semanas las comercializadoras elevaron el precio de la tonelada de 3 mil 500 a más de 5 mil pesos y pusieron en aprietos a los nixtamaleros, quienes dicen no poder sostener los costos de producción.
Alberto Jiménez Merino –ex rector interino de la Universidad Autónoma de Chapingo, ex consultor de la FAO, diputado federal, coordinador del sector agrario e integrante de las comisiones de Desarrollo Rural y Recursos Hidráulicos– señala:
"La crisis ya está, es mundial y nosotros estamos inmersos. Mucho de lo que se está jugando ahora es especulación. Se puede estar guardando maíz para generar mayor presión y posteriormente liberarlo cuando el precio sea más alto".
En entrevista con Proceso Jiménez Merino advierte que las medidas aplicadas por el gobierno federal para contener la especulación "han sido insuficientes e injustas" pues se busca castigar sólo al eslabón más vulnerable, los industriales de la masa y la tortilla, y no a las grandes comercializadoras".
INTERMEDIARIOS
Explica que "el precio del maíz se fija en la Bolsa de Valores de Chicago, pero en tiempos de crisis en México lo aumentan más. Hasta donde se dejen los industriales y el gobierno federal no vigila con el pretexto de que se fija a nivel internacional".
No obstante, organizaciones de industriales de la masa y la tortilla acusaron a intermediarias como Cargill, Archer Daniels Midland y Portimex de aprovechar la escasez del grano para incrementar en sólo dos semanas el precio de la tonelada 60%.
Pese a que el gobierno federal dijo que hay abasto suficiente –de las 500 mil hectáreas de maíz blanco perdidas se resembraron 300 mil– pues se importaron 700 mil toneladas, ante el encarecimiento del grano esas organizaciones preguntan dónde está lo que se importó.
Greta Villaseñor, directora ejecutiva del Consejo Empresarial de la Industria del Maíz y sus Derivados, rechazó que la industria de la masa y la tortilla haya generado la especulación, ya que el grano que compran pasa antes por uno o más intermediarios.
Sostuvo que a pesar de las reuniones con el gobierno federal no ha habido una baja en el precio del producto, lo que ha hecho que el kilo de tortilla llegue a 13 pesos o más.
Agrega: "Lo que hacen los bodegueros y comercializadores es incrementar los precios en forma exagerada para que nuestro sector tenga menos capacidad de compra: un molinero compraba 20 toneladas a la semana, ahora compra 10 o 5".
Señala que mientras se desata la especulación existe la probabilidad de desabasto por los riesgos que implica la resiembra de 300 mil hectáreas en Sinaloa y explica que hay tres factores de riesgo.
Los dos primeros son la escasez de semilla y de agua: 95% de la producción de Sinaloa en el ciclo otoño-invierno se basa en el riego. El ciclo primavera-verano es de temporal y de éste se espera que aporte 180 mil toneladas. El tercer factor es el bajo rendimiento de las hectáreas resembradas: "Se espera que el rendimiento promedio sea de 7.5 toneladas por hectárea. Los más eficientes producen 15 toneladas por hectárea y el promedio es de 12", precisa.
"Todos estos riesgos los conoce el mercado. El tema es que si me quedo sin maíz, una comercializadora dice: de dónde obtengo el producto que no hay. Hay un riesgo de desabasto."
Sin embargo Villaseñor asegura que los bodegueros y las comercializadoras aprovechan esa situación para subir el precio de la tonelada a su conveniencia y de manera injusta, pues tienen grano almacenado.
‘¿DÓNDE ESTÁ EL MAÍZ?’
La Secretaría de Agricultura indica que para este año se prevé una producción de maíz de unos 23.3 millones de toneladas, de los que 11.7 millones son suficientes para el consumo humano (7.3 millones de toneladas para la industria del nixtamal, harina y para Diconsa y 4.4 millones para "otros usos").
Los nixtamaleros están preocupados. Baltasar Bonilla Mercado, presidente de la Federación de Productores de Masa y Tortillas del Estado de Querétaro, asegura: "Vi lo que decía el secretario Francisco Mayorga la semana pasada, que sí tenemos abasto en México. Yo quisiera saber dónde está". Y exige que el gobierno actúe para poner un tope al precio del maíz. "No importa cuál sea. Para tener claridad en el túnel".
Agrega que el kilo de tortilla está entre 10 y 11 pesos en Querétaro, aunque con los aumentos en la tonelada de maíz se prevé subirlo a entre 12 y 13 pesos.
Aída Palafox Fuentes, representante de la Cámara Regional de la Industria de Productores de Tortillas en los Estados de Puebla, Tlaxcala y Veracruz, comenta que las comercializadoras han amenazado con subir la tonelada hasta 7 mil pesos y señaló que es muy difícil denunciar estos hechos a las autoridades, pues las almacenadoras no dan facturas de las compras.
En esas tres entidades el kilo de tortilla cuesta entre 11 y 13 pesos, aunque aseguró que los precios no se pueden sostener ante los incrementos del costo de la tonelada.
INCERTIDUMBRE
Ramón Manuel Ramos, de la Unión de Molineros del Sureste, reconoció que la mayoría de las veces los acaparadores no compran con facturas. "Compran su cosecha y pueden decir que compraron a un precio y en realidad compraron a otro. Por eso dan el precio que quieren".
En cuanto al precio de la tortilla en la península de Yucatán, explicó que va de 12 a 14 pesos pero con los aumentos podría llegar a 15 pesos.
Morayma Preza Espinoza, presidenta de la Asociación de Industriales de la Masa y la Tortilla del Estado de Jalisco, reconoce que hay incertidumbre ante los aumentos en el precio del maíz.
Afirma que "así como dicen que no hay desabasto ojalá se establezca un precio fijo; somos quienes menos queremos que el producto suba, nosotros estamos atrás del mostrador".
Y advirtió que si los aumentos siguen la situación será insostenible para molineros y tortilleros y eso provocaría un alza en el kilo de tortilla hasta a 12 pesos.
Víctor Carrillo, director de la Federación de Productores de Masa y Tortilla del Estado de Guanajuato, coincide con otros industriales en que uno de los principales problemas es que los intermediarios no facturan y así no se pueden denunciar los abusos.
Dice: "Es un problema muy grave y el gobierno federal lo sabe. Con las puras declaraciones quiere evitar esta bronca... y la bronca ya está encima. El problema es que no vemos claramente una acción del gobierno federal como para decir ‘hasta aquí llegó esto’ o ‘vamos a actuar de esta forma’".
CONTRA LAS TORTILLERÍAS
El gobierno federal inició acciones contra las tortillerías que rebasaran el precio promedio nacional del producto, que según el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados de la Secretaría de Economía (SE) era de 10.46 pesos hasta el lunes 28 de febrero.
No sólo eso. Bruno Ferrari, secretario de Economía, advirtió a tortilleros y molineros que se multará hasta con 80 millones de pesos a los industriales de la tortilla que cometan actos de colusión y fomenten el pánico entre la población por la pérdida de las cosechas.
Añadió que las comercializadoras no son ajenas a las sanciones y por ello "estamos buscando (...) quién pudiera estar no solamente encareciendo, sino ocultando el maíz". El titular de la SE admitió que no hay un precio mínimo-máximo de la tonelada del grano.
Esa falta de información impide al gobierno poner orden en la cadena maíz-tortilla y sólo impone sanciones al más débil: la Procuraduría Federal del Consumidor informó que en febrero multó a 70 dueños de tortillerías pues en sus establecimientos el kilo se vendía a 12 pesos.
URGE ESTUDIO
No es lo mismo para los especuladores: el pasado 24 de febrero en una conferencia de prensa el titular de Economía dijo que son pocas las comercializadoras que "han aprovechado la confusión para aumentar el precio". Bruno Ferrari se negó a dar los nombres de las compañías involucradas.
Alberto Jiménez Merino califica de injustas las medidas tomadas por el gobierno. Apunta que "el eslabón de los industriales es el más visible, es el primero con el que consumidor interactúa y si veo que están poniendo la tortilla por arriba de 12 pesos, es el primero al que le echo la culpa".
El diputado destaca que "falta un estudio del costo de la tortilla. No se puede estar regulando, determinando, orientando el precio de la tortilla si no se conoce el costo. Se necesita un estudio de costos porque en las estadísticas tradicionales no aparece".
En el mismo sentido Greta Villaseñor puntualiza que "tanto en la crisis de 2008 como ahorita se quiere hacer responsable al eslabón más débil de la cadena: nosotros. El secretario Ferrari y la subsecretaria Lorenza Martínez nos dicen que somos los que estamos calentando el mercado porque salimos diario a comprar y aceptamos pagar esos precios tan altos". (APRO)

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