miércoles, 2 de marzo de 2011

UN INFORME DEL PENTAGONO INDICA QUE LA CRISIS DE 2008 FUE PARTE DE UN ATAQUE TERRORISTA

Las teorías conspiratorias vuelven a hacer acto de presencia en Estados Unidos. En esta ocasión un informe financiado por el Pentágono y elaborado en 2009 por el analista Kevin D. Freeman sugiere que la sublevación llevada a cabo por terroristas y países hostiles contra el sistema financiero de EEUU contribuyó a fomentar la mayor crisis económica desde la Gran Depresión de los años 30.
Según el documento, titulado "Guerra Económica: Riesgos y Respuestas" y al que tuvo acceso el Washington Times, la economía norteamericana sigue siendo víctima de un posible ataque terrorista que se desarrolla en tres fases, de las cuales dos ya han causado los efectos deseados. Así, Freeman indica que el origen del tsunami financiero que hizo tambalear los pilares del capitalismo comenzó cuando los especuladores provocaron la subida del crudo en junio de 2008. Por aquel entonces, el barril llegó a rozar los 150 dólares y benefició enormemente a los fondos soberanos de países vinculados con el extremismo islámico.
A continuación, la segunda parte de este particular ataque estuvo propiciada por el pesimismo que inundó poco después a los mercados y las desinversiones masivas que culminaron con el colapso de Bear Stearns y Lehman Brothers. Estos hechos pusieron en jaque al sistema financiero de EEUU en su conjunto y desataron la posterior recesión económica en el país. Sin embargo, lo curioso, es que el ataque no culminó por aquel entonces. El estudio señala que la tercera parte del plan tendría como objetivo fundamental provocar una espantada masiva del mercado de deuda y bonos del Tesoro norteamericano.
Choque de opiniones
Mientras los analistas, economistas y el diagnóstico oficial de la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera señalaron la falta de supervisión, el endeudamiento extremo y las hipotecas de alto riesgo como los factores clave de este desaguisado, el contratista del Pentágono asegura que podría añadirse un nuevo elemento a la lista: "las fuerzas externas".
Entre la lista de sospechosos que baraja el análisis de Freeman se encuentran posibles enemigos financieros en Oriente Medio, terroristas islámicos, miembros del ejército chino y miembros del crimen organizado en Rusia, Venezuela o Irán. Según explicó el propio autor del documento al Washington Times, "el nuevo campo de batalla es la economía", indicó al mismo tiempo que reconoció que EEUU gasta miles de millones en armamento pero poco dinero en proteger sus mercados financieros de ataques que pueden provocar pérdidas de billones de dólares.
De todas formas este planteamiento no cuenta con el respaldo de otros expertos en el tema. Paul Bracken, profesor de la Universidad de Yale especializado en guerras económicas no encuentra ninguna señal convincente que demuestre que en las crisis de 2008 hubo algún tipo de ataque por parte de "fuerzas externas". Desde su punto de vista, tanto hedge funds como otras entidades financieras fomentaron la especulación por lo que un ataque organizado "no me parece posible", añadió.
Fuente:elEconomista.es

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